En la sesión ordinaria del 6 de diciembre, en el Pleno de la Cámara de Diputados aprobamos por 337 votos a favor y 4 abstenciones el dictamen que reformó la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos, a fin de considerar a los residuos tecnológicos como peligrosos, por el daño que causan a la salud y al medio ambiente.
Por lo anterior, se avaló definir el concepto de residuos electrónicos como aquellos productos usados, caducos, retirados del comercio, o desechados, manufacturados por las industrias de la electrónica o de tecnologías de la información, que requieren de corriente eléctrica o campos electromagnéticos para su operación o funcionamiento, y cuya vida útil haya terminado.
Incluye los aditamentos, accesorios, periféricos, consumibles y subconjuntos que los componen al momento de ser desechados.
Esta reforma otorga la facultad a la federación para expedir normas oficiales mexicanas y demás disposiciones jurídicas para regular el manejo integral de los residuos electrónicos, así como registrar los planes de manejo nacionales para esos residuos; y además faculta a las entidades federativas para autorizar y llevar el control de las instalaciones para el manejo integral de los residuos electrónicos.
Señala que debe tenerse especial manejo con los residuos de computadoras personales de escritorio y portátiles y sus accesorios, equipos de telecomunicación, celulares, monitores y televisores con tubos de rayos catódicos, pantallas y televisores de cristal líquido y plasma, reproductores de audio y video, y equipos de impresión.
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