Amigos:
En esta semana escuchamos los mexicanos dos declaraciones que francamente sorprendieron a todos.
Por un lado, el Secretario de Hacienda Ernesto Cordero tuvo un desliz declarativo que género toda clase de críticas.
Dijo el secretario Cordero que una familia mexicana podía, con seis mil pesos, afrontar compromisos de un crédito de vivienda, un crédito para comprar un automóvil y para pagar colegios particulares.
Parece que el funcionario vive en una realidad distinta a la que vivimos todos los mexicanos.
Pero las declaraciones que verdaderamente sacudieron a la opinión pública y revisten la mayor gravedad son las que hizo Sócrates Rizzo, ex gobernador PRIISTA del estado de Nuevo León.
Pero las declaraciones que verdaderamente sacudieron a la opinión pública y revisten la mayor gravedad son las que hizo Sócrates Rizzo, ex gobernador PRIISTA del estado de Nuevo León.
Dijo el ex gobernador priista, que en tiempos del PRI, desde la presidencia y con la participación de los gobernadores se controlaba el narcotráfico en México.
En la Facultad de Jurisprudencia de la universidad Autónoma de Coahuila, afirmo Sócrates Rizo y cito literalmente: “de alguna manera se tenía resuelto el problema del tránsito de la droga, pero había un control y un estado fuerte”
Continuo citando: “de alguna manera les decían: tu pasas por aquí, tu por acá, pero no me toques estos lugares”.
“Lo que cuentan es que había un control desde el gobierno…había un presidente fuerte con un control férreo sobre el ejercito que podía mantener la paz social y que en ese tráfico, la demanda determinaba la oferta…. Lo que controlaban los gobiernos priistas era que ese tráfico no perturbara la paz social”.
Estas afirmaciones en la voz de un ex gobernador del PRI, de uno de los estados más importantes y que es uno de los más afectados hoy día por la Delincuencia Organizada, el de Nuevo León, permiten contrastar de manera inequívoca no solo dos realidades de México, en dos momentos distintos, sino la visión de estado del México gobernado por el PRI y de las administraciones encabezadas por el PAN.
Un Presidente fuerte no es quien pacta con criminales, sino quien les hace frente en defensa de la ciudadanía.
Una nación que se resigna y claudica en su deber primigenio de combatir a quien infringe la ley, pierde su legitimidad y socaba su esencia de Estado.
El compromiso manifestado por el Presidente Calderón de no dar un paso atrás en esta lucha del bien contra el mal, del combate frontal contra quien corrompe y lastima a la sociedad, de esta lucha sin cuartel contra los que inescrupulosamente envenenan y violentan a los ciudadanos, a nuestra juventud, esa, esa si es fortaleza en un presidente.
No hacerlo así, es permitir que nuestro país se convierta en un Narco Estado. Los mexicanos bien nacidos no lo podemos, no lo debemos permitir.
Cuando el ex presidente De la Madrid declaró algo muy similar, que antes se mantenía la paz por acuerdos con los grupos del crimen organizado, lo tildaron sus propios correligionarios de senil, de anciano perturbado.
Qué dirán ahora los priistas de su ex gobernador que a diferencia del Sócrates ateniense, que dijo “yo solo sé que no sé nada”, este podrá decir: …“yo solo sé que si sé mucho”.
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