martes, 9 de noviembre de 2010

Dos elecciones...una lección

“ Es la Economía … señores” Bill Clinton

En menos de una semana se llevaron a cabo elecciones en dos de los países con las economías más fuertes del continente americano, Brasil primero, y las intermedias en los Estados Unidos.
En el país sudamericano, aunque en segunda vuelta, la candidata Dilma Rousseff simbolizó la continuidad del trabajo del Presidente Lula, que tan buenos resultados alcanzo en el combate a la pobreza y en un impresionante repunte de la economía brasileña.

Fue clara la apuesta de los brasileños a través de su voto, por aprobar la política económica del régimen actual, que se tradujo en una notable mejoría de las condiciones de vida de la población. Sin duda este hecho confirma que es la Economía la variable que más consideran los votantes en el momento de sufragar.

Por el contrario, en Estados Unidos, los resultados obtenidos por los Demócratas y sobretodo el Presidente Barack Obama evidencian el descontento de los americanos por la grave crisis de la economía y especialmente de desempleo que sufren hoy día nuestros vecinos del norte.
La derrota del partido del Presidente Obama, fue el resultado de un referéndum sobre los pobres resultados de sus políticas en materia económica.

De nada le valió su bono de popularidad con el que arribo a la Casa Blanca, ser el primer Presidente de color, su premio Nobel de la Paz, el retiro de las tropas de Afganistán y de Iraq, ni siquiera las reformas en materia de Salud.

Los republicanos capitalizaron la situación económica prendida de alfileres y al borde de una nueva recesión para recuperar importantes posiciones en la cámara de representantes y en varias gubernaturas norteamericanas.

Qué razón tenía Bill Clinton cuando afirmó sobre los factores que más influyen en un electorado, ….¡Es la Economía…señores!

Por esas experiencias en cabeza ajena, el gobierno de nuestro país, tiene que aprender la lección; los avances tan significativos en variables macroeconómicas, tales como el mayor índice de reservas internacionales de nuestra historia, el menor déficit fiscal en más de una década, una inflación controlada, aun el más alto nivel de empleos generados en un año, más de 800,000 nuevos empleos, no bastan en tanto no se reflejen en una mejora sensible en el bolsillo de los mexicanos.

No hay duda, la economía de nuestro país va en franca recuperación, y el gobierno federal responsablemente transita en el camino correcto, sin embargo a poco menos de dos años de las elecciones presidenciales, es impostergable que las buenas políticas del Gobierno Federal, se reflejen en un mayor bienestar de las familias mexicanas. Ha quedado demostrado una vez más, en Brasil y Estados Unidos, que “Es la Economía” de las familias lo que inclina la balanza en una Elección.

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