domingo, 17 de abril de 2011

La inseguridad en México es un problema de Estado: Octavio Pedroza


Entrevista completa

P.- ¿Qué comentario le merece la vulnerabilidad por la que están atravesando la mayor parte de las policías locales?

R.- El problema debemos de abordarlo en la mayor integralidad, no es exclusivamente de analizarse desde la óptica municipal. El tema de la municipalidad en este sentido tiene que entenderse como solamente una de las partes.

El problema de la inseguridad en México hoy tiene que reflexionarse en el ámbito de un problema de Estado, en donde los municipios ciertamente tienen un rol y una participación fundamental, pero sin lugar a dudas obedece a la concatenación de los esfuerzos que debe de realizar el Estado mexicano en su conjunto, las entidades federativas, el gobierno federal, los municipios y desde luego la sociedad civil.

Es un tema que tiene que entenderse y abordarse desde su origen, desde sus cauces y que por lo tanto tiene que entenderse siempre de manera integral.

P.- ¿Está de acuerdo con el despliegue militar que se ha hecho en varias regiones del país?

R.- Es indispensable, no cabe duda. El crimen organizado ha avanzado con pasos importantes y esto ha puesto en desventaja en muchas de las entidades federativas a los cuerpos policíacos estatales y desde luego mucho más a los municipales.

Tenemos que entender que la respuesta del Estado mexicano tiene que darse desde los tres órdenes de gobierno, con la participación y el concurso de la federación, es decir, el Ejército, la Marina, la Policía Federal, en suma a los esfuerzos de los cuerpos policíacos estatales y la participación en el ámbito de su competencia de los cuerpos municipales.

Sin duda, apruebo, avalo y lucharía desde la función que nos corresponde como legisladores en la Comisión de Fortalecimiento al Federalismo para que se aborde sí el problema en la suma de esfuerzos de los tres órdenes de gobierno.

P.- ¿Debe haber una depuración de los cuerpos policíacos del país?

R.- El Gobierno Federal a través de sus diferentes órganos ha buscado establecer toda una estrategia para poder lograr una gran coordinación y una gran vertebración entre los cuerpos policíacos de los tres órdenes de gobierno y una de las partes sustantivas, sin duda, es la depuración, pero para ello hay algunos pasos que previamente se tienen que ir dando.

Tiene que hacerse una valoración integral de los elementos en todas las corporaciones, tiene que haber procesos de capacitación y de dignificación de los cuerpos policíacos que lamentablemente no se ha logrado porque hay entidades federativas que no han hecho su parte.

Hoy encontramos un gran desequilibrio en el avance y desarrollo de las pruebas de confianza en los estados del país, en virtud de que algunos gobiernos estatales no le han apostado para esta valoración integral de los integrantes de los cuerpos policíacos.

La depuración tendrá que ser consecuencia del resultado de la valoración, no podemos empezar por ahí, sino que tendríamos necesariamente que apoyar, incentivar a todas las entidades federativas, incluso sancionar, de ser el caso, cuando no se cumple desde la responsabilidad de los estados en el tema de la valoración y de las pruebas de confianza en sus cuerpos de policía.

P.- ¿Qué opina de las acusaciones entre partidos de los altos índices de criminalidad en las diferentes regiones del país?

R,- es evidente y significativo que no todas las entidades federales han dado respuesta con la misma intensidad a la gran convocatoria del Presidente Calderón y lamentablemente muchas veces pareciera que tiene un matiz de orden político partidista.

Soy un convencido de que el tema de la seguridad y el combate al crimen organizado no debe de ser en el marco de las disputas política. Es un tema de seguridad nacional. Es un tema en donde va de por medio la paz social, el orden constitucional, en donde no podemos regatear ningún esfuerzo independientemente de la filiación política o de los colores de los partidos.

Este es un tema que nos compete a todos y podemos tener grandes diferencias en muchos temas de la agenda nacional, pero esta es una guerra, el tema es que el enemigo es intestino, el enemigo está hoy adentro y tenemos que combatirlo con la firmeza el hecho que nos da de ser todos mexicanos.

Sin distingos, sin ninguna diferencia de carácter ideológico o partidista. Es evidente que hay una disputa de competencia entre estados gobernados por un partido y el gobierno que el Presidente Calderón, precisamente por esta diferencia de orígenes partidistas, pero no podemos ser tan mezquinos como para enmarcar en una disputa de carácter electoral algo en lo que va de por medio el orden y la paz de nuestro país.

P.- ¿Qué está pasando con propuesta del Presidente de la República de una policía de mando único?

R.- Hay una reticencia muy importante en quienes creemos en el municipalismo, en quienes pensamos que la patria se construye desde los municipios y como política pública, la política de seguridad también debe de construirse desde los municipios.

Yo entiendo la intención de la coordinación y la vinculación estrecha, permanente, que debe de haber entre los tres órdenes de gobierno para garantizar la preservación de la paz social.

Para poder garantizar también una plena actuación en la suma de los esfuerzos de las policías estatales, municipales y la Policía Federal, sin embargo, me parece que se tiene que atender también con un componente de tipología municipal. No se puede entender la circunstancia de un municipio de 4 mil habitantes con cuatro policías, comparándola con un municipio de 800 mil habitantes que tiene el número suficiente, según estándares internacionales para dar respuesta a la población.

Es decir, se tiene que analizar esta propuesta con un criterio de tipología municipal. No puede rasarse con la misma vara a todos los municipios del país. Hay municipios en donde está plenamente demostrado que tienen la capacidad de dar respuesta desde la competencia municipal a la ciudadanía en la garantía del orden público, en la preservación y en la prevención de los delitos y que me parece que hay que trabajar mucho más para la profesionalización.

Esto significa que con el principio de subsidiariedad, el Estado y la federación pueden entrar a asistir a participar con las políticas de seguridad de los municipios, pero nunca, en mi visión personal, que respeto mucho las diferentes, nunca trasladando el poder y la potestad del control de los cuerpos policíacos per se a los estados.

Yo con preocupación veo la posibilidad de que el mando radique en una sola persona en una entidad federativa, esto tiene que ver también con la posibilidad de la corrupción. Es verdaderamente preocupante pensar que tanto poder pueda estar en una sola persona y creo yo que tendría que revisarse con mucho más amplitud esta propuesta.

P.- ¿Qué opina de que hay iniciativas en el sentido de que los armamentos decomisados al crimen organizado sean donadas o dadas en comodato a las policías locales?

R.- Hay una gran asimetría en la aplicación de recursos en los municipios de nuestro país, hay municipios que reciben por el SUBSEMUN o por otras fuentes de financiamiento federal recursos amplios, tal vez no suficientes, pero amplios como para poder hacer frente a este tema y hay algunos otros donde las carencias son verdaderamente abrumadoras.

Realmente nunca habrá dinero que alcance para poder tener toda una infraestructura y personal, la capacitación, el armamento, etcétera, para poder afrontar al crimen organizado. Es un gran problema para los municipios y tenemos que verlo los legisladores en la parte que nos corresponde desde la óptica presupuestal, sin embargo, a mí me parece que en principio pudiera ser una solución simplista el que lo decomisado, lo que se les recoge a estas bandas del crimen organizado linealmente pudiera servirles a los municipios por qué, porque tiene que haber un principio de homologación, de uniformar las estrategias, la capacidad de respuesta.

Probablemente tendríamos que pensar en cómo capitalizar esos bienes incautados, propiedades, vehículos, efectivo, etcétera, y entonces sí crear un fondo que vaya a los municipios para poder fortalecer sus arcas con este fin particular y con esta predestinación del recurso, pero no como a veces se plantea de que los decomisos de manera directa, de armamento o de algunos equipos de radio comunicación, porque entonces estaríamos hablando de hacer un parche sobre un parche. Yo creo que uno de los principios fundamentales en los que descansa la gran política pública del país en materia de seguridad nacional es en la homologación. Tiene que haber en términos, por ejemplo, de mecanismos de comunicación, de frecuencias, de tecnología, una verdadera uniformidad, de otra manera estaríamos improvisando en cada estado con una gran diversidad y uno de los elementos más importantes para ser efectivos en el combate a la delincuencia es precisamente la uniformidad y la compartición de información.

Entonces, me parece que no puede ser tan simplista, tendría que pensarse en una revisión de mecanismos de presupuestación más apropiados para los municipios.

P.- ¿Actualmente cuánto dinero se destina en promedio a los municipios en materia de seguridad pública?

R.- El SUBSEMUN maneja en el 2011 una cantidad cercana a los 4 mil 300 millones de pesos, cantidad que se distribuye solamente en poco más de 200 municipios y esto genera una gran discusión, porque ¿cuáles son hoy en día los municipios que están exentos y ajenos al problema delincuencial como lo vivimos en el país?

Entonces, lo que tenemos que comenzar por entender y revisar es cuáles son los criterios de aplicación de este recurso del SUBSEMUN para poder hacer una distribución verdaderamente equilibrada en los municipios del país.

Discutíamos con algunos diputados del norte del país, de Chihuahua particularmente, por qué sus municipios han quedado fuera de la distribución del SUBSEMUN.

Sin duda alguna, los recursos que se suman por el SUBSEMUN, los fondos que van a los estados de manera directa, los recursos de que pueden hacer uso los municipios por el Ramo 33 que aplica para temas de seguridad, siguen siendo francamente insuficientes.

Yo puedo garantizar que aunque hoy en día multiplicaremos por cinco el recurso que se destina aún me parece que sería todavía insuficiente, para mí el Gobierno Federal y desde luego la parte que corresponde a los legisladores tiene que detenerse en una revisión exhaustiva en virtud de que hoy es el gran problema del país el tema de la seguridad cuando nos corresponda volver a revisar el presupuesto de la federación.

P.- ¿Diputado, cuántos cuerpos policíacos hay a nivel municipal en todo el país?

R.- Bueno por eliminación, yo le podría hablar que de los dos mil 441 municipios que tiene nuestro país, hay aproximadamente 400 municipios que no cuentan con ninguna forma de corporación policíaca, es decir, tenemos un número todavía muy importantes de colonias, de municipios que no tiene absolutamente ninguna forma de brindarle de manera directa seguridad en su responsabilidad primaria que es prevención a sus ciudadanos.

Aproximadamente hay 230 en los municipios en el país que tiene más de 100 elementos para garantizar la seguridad a los mexicanos, muy lejos del promedio internacional que habla de contar con por lo menos tres elementos policíacos por cada mil habitantes.

Se concentra en algunos estados en donde se cumple con este estándar internacional, por ejemplo: Baja California, el propio Distrito Federal en donde se cuenta con un número muy importante de elementos por cada mil habitantes, pero tenemos estados de la República donde todavía hay un enorme déficit.

Y curiosamente esto no va linealmente ligado con el tema presupuestal, sino con la política de seguridad que adopta cada identidad federativa. Voy a citar un ejemplo, el caso de Nuevo León que es uno de los estados con mayor índice de desarrollo, de crecimiento, del PIB per capita por estado y que también se lleva una buena parte de los recursos federales, sin embargo, Nuevo León es uno de los estados que está por debajo del estándar internacional y debajo de muchos de los estados de nuestro país que están en el estándar que marca la OCDE.

P.- ¿Aquí también habría que hacer una revisión de por qué cada entidad federativa tiene discrecionalidad en este caso, aunque cuente con los recursos para tener cuerpos policíacos en los municipios?

R.- Sin duda, porque no todo es recurso. Aquí me parece que lo más importante es atender como cada entidad federativa en su autonomía, en su capacidad de decidir la aplicación dentro de la normatividad que sí establece la Secretaría de Seguridad Federal aplica con los criterios tan discrecionales para poder hacer política pública en materia de seguridad, repito, el elemento material.

Es decir, armamento, infraestructura, recursos humanos, la capacitación, no ha sido realmente homologada, esto tiende a darse gradualmente, pero todavía hay estados del país en donde no se ha abordado con la suficiente responsabilidad la aplicación de los recursos que la federación aplica en cada entidad federativa y por eso vemos esta gran disparidad.

Tal vez este elemento es un argumento de mucho peso en el tema de la homologación, sin embargo, a contra censo diría yo que es en el caso de los municipios donde no puede perderse la autonomía en el mando, tiene que homologarse políticas públicas, tiene que haber grandes directrices nacionales a nivel de la federación hacia las entidades federativas y desde luego una uniformidad también en las políticas estatales hacia los municipios, pero siempre en el ejercicio del respeto a la autonomía municipal.

P.- Por último Diputado, los municipios que mencionó que no cuentan con un cuerpo policíaco, ¿cuál es el principal argumento, falta de recursos, intimidación por parte de los cárteles delincuenciales?

R.- Yo creo que es una combinación de todos estos elementos, principalmente me parece que la falta de preparación, de capacitación de los propios alcaldes, para que puedan entender que la responsabilidad primigenia de la autoridad municipal es brindar certeza de la paz social que deben ofertar a sus ciudadanos, es decir, la obligación fundamental de una autoridad es darle seguridad a quienes representan.

Y en este sentido, muchos de nuestros municipios se rigen todavía por los usos y costumbres y esto los lleva de manera sesgada a la aplicación de políticas en materia de seguridad.

Desde luego que la falta de recurso es un elemento que concursa en esta limitación muy severa y lamentablemente hoy estamos empezando a vivir un fenómeno verdaderamente preocupante la deserción. Ya hoy en día a muy pocos les interesa o les llama la atención formar parte de una corporación policíaca por obvias razones.

Cuando leemos y vemos todos los días la gravedad del conflicto en donde una buena parte de la cuota de sangre que se está pagando en nuestro país es de gente con un verdadero patriotismo y sentido social que busca brindarle seguridad a los ciudadanos y que ha ofrendado su vida en esta lucha sin cuartel que ha dado el Gobierno Federal y que también ha alcanzado a los corporaciones estatales y municipales, evidentemente genera un desaliento en los jóvenes.

Hoy vemos las academias de policía al 40 por ciento de su demanda porque no hay suficientes jóvenes que les interese hoy en día ser policía.

Y un factor que juega de manera preponderante es el paupérrimo nivel de sueldo que se paga en nuestro país a los elementos policíacos. Hay un número muy importante, hay aproximadamente el 40 por ciento de los elementos policíacos a nivel municipal que gana cuatro mil pesos o menos, con ese nivel de ingreso yo pregunto, con el grado de riesgo que hoy estamos experimentando a quién le puede interesar hoy ser policía.

De tal manera que se tiene que comenzar a revisar esto también como una política pública porque no solamente se le tiene que pagar bien, se les tiene que dignificar, tenemos que regresar aquel estatus hace décadas en donde el policía era un personaje respetado, en donde la sociedad le reconocía, en donde la gente verdaderamente lo entendía como un bien de autoridad a la cual se podía acoger.

Hoy es vituperado, hoy es denostado, hoy el policía no tiene ese crédito social y por ahí también tenemos que comenzar los tres órdenes de gobierno y desde luego la sociedad en su conjunto para trabajar en rescatar esa figura de respeto, que es el policía.

Porque yo creo en la policía de proximidad, yo creo en la policía que se acerca al ciudadano, que el ciudadano no le tiene más miedo al policía que al propio delincuente, esta es una realidad nacional que debemos afrontar y que nos va a costar mucho trabajo y mucho tiempo volver a resarcir.

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