miércoles, 9 de noviembre de 2011

Lo que no podemos hacer, es hoy pretender enjuiciar al Ejército del hoy por las órdenes de los responsables del ayer: Octavio Pedroza


El diputado César Octavio Pedroza Gaitán:




Con su anuencia, diputado presidente. Honorable asamblea, aquella aciaga tarde del 2 de octubre del 68 se escribió con la sangre de cientos de mexicanos la página que marca el antes y el después del devenir histórico de nuestro país.


Cuántos de nosotros crecimos y formamos nuestro anhelo de nación leyendo a Luis González de Alba y a Elena Poniatowska; cuántos de nosotros decidimos a temprana edad que no era ése el modelo de país en el que aspirábamos a vivir. A cuántos de nosotros nos quedó desde esos lejanos años gravada la imagen de un gobierno represor, de un aparato gubernamental que desde su cabeza, el presidente de la república, sin el menor asomo de respeto a los derechos humanos decidió sacrificar a su juventud que alzaba su voz demandando reivindicaciones sociales, en esos años impensables.


La institución castrense, las fuerzas armadas, por disposición superior y atendiendo a las líneas de mando dictadas por el entonces presidente Díaz Ordaz y el secretario de Gobernación, Luis Echeverría, actuaron en contra de la inerme población civil.


Acción Nacional fue en ese entonces el único partido en esta Cámara que denunció los abominables hechos, con indignación demandó incluso la destitución inmediata del presidente Díaz Ordaz.




Lo que no podemos hacer, es hoy pretender enjuiciar a la institución del hoy por las órdenes de los responsables del ayer.


Lo que éticamente es incorrecto es juzgar por la política totalitaria y deshumanizada de los regímenes enterrados, a las fuerzas armadas, hoy bajo un mando que privilegia la dignidad de las personas, el respeto a los derechos humanos y a la libertad de expresión y de manifestación.


Gracias a los gobiernos del Partido Acción Nacional, hoy nuestro Ejército no sólo sirve y provee seguridad a la población, sino que libra en su defensa una lucha heroica contra los sin escrúpulos que atentan diariamente contra nuestro tejido social.


Nos sumamos a la propuesta que recibe esta Cámara como minuta del Senado, de la Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacionales y que enarboló nuestro partido desde hace 43 años, para reprobar uno de los más trágicos acontecimientos en la historia moderna de nuestro país, como señal indeclinable de nuestra aspiración de que nunca se repita una tarde de Tlatelolco.

Por su atención, muchas gracias.


El Presidente diputado Emilio Chuayffet Chemor: Muchas gracias, diputado.

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